Maiakovski (1893-1930) fue el más grande poeta bolchevique ruso. Siempre luchó junto a los trabajadores, convirtiendo el arte en una herramienta para elevar la conciencia de clase de los explotados y oprimidos.

Después de que los comunistas revolucionarios destruyeran el capitalismo en la antigua Rusia zarista y construyeran la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), muchas hijas e hijos del pueblo obtuvieron las condiciones necesarias para desarrollar habilidades que antes eran inviables en la sociedad burguesa.

En una sociedad que valoraba el arte, la cultura y la literatura, miles de poetas, artistas y escritores tuvieron, por primera vez en la historia, un amplio espacio para expresar sus puntos de vista progresistas. Uno de los casos más conocidos es el de Vladimir Maiakovski, quien, después de su muerte en 1930, fue considerado por Stalin como "el mejor y más talentoso poeta de nuestra época soviética".

Orígenes proletarios


Maiakovski (1893-1930) fue el más grande poeta bolchevique ruso. Siempre luchó junto a los trabajadores, utilizando el arte como una herramienta para elevar la conciencia de clase de los explotados y oprimidos.

Sus orígenes eran similares a los de la mayoría de la humanidad. El artista proletario tuvo una infancia miserable. Nació en una pequeña aldea de Bagdádi, en Georgia. Hijo de campesinos pobres, Maiakovski tenía dos hermanas mayores, Liudmila y Olga. Después de la muerte de su padre en 1906, toda la familia se trasladó a Moscú.

"Abríamos Marx como en nuestras casas abríamos las ventanas"

Incluso antes de la Revolución Rusa, Maiakovski ya se había unido a la militancia revolucionaria. Después de conocer la literatura marxista, se unió a la facción bolchevique del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR) en 1908.

Rápidamente demostró tener una gran firmeza, habilidad política y disposición para el trabajo, especialmente como agitador y propagandista. Durante años, fue propagandista en una célula distrital del Partido.

Maiakovski fue arrestado por el régimen zarista tres veces entre 1908 y 1909, una de ellas por gestionar una imprenta clandestina bolchevique. En prisión, organizó varios motines y fue trasladado a cuatro cárceles en un corto período. En la prisión de Butirka, pasó once meses en confinamiento solitario en la celda número 103, de la cual fue liberado después de once meses.

Al mencionar la lucha revolucionaria en sus versos, afirmaba que las obras de Marx lo influenciaron profundamente para resistir a la prisión en esa época. 

La prisión fue crucial para su desarrollo artístico y político. Maiakovski pasaba el tiempo escribiendo poesía y leyendo clásicos de la literatura, incluyendo a Dostoievski, Tolstoi, Gogol y Pushkin.

"Abríamos Marx cada volumen como en nuestras casas abríamos las ventanas."

"El arte es un martillo para forjar el nuevo mundo"


Con la Revolución de Octubre de 1917, el poeta puso sus múltiples talentos al servicio de la clase obrera. Para coronar el fin de la explotación del hombre por el hombre y reorganizar la vida del pueblo sobre los principios socialistas, no bastaba con cambiar solo la economía. También necesitaban cambiar las ideas de la sociedad.

Las ideas y concepciones del mundo de las antiguas clases explotadoras existían desde hace siglos. Por lo tanto, era necesario que la literatura y el arte desempeñaran un papel central en la transformación cultural, en la educación y desarrollo de la conciencia revolucionaria del pueblo soviético. "Mi Mayo", poema que Maiakovski escribió en homenaje al Día de los Trabajadores, está entre las mayores composiciones del poeta ruso y ilustra bien la poesía revolucionaria:

"A todos
Que salieron a las calles
Con un cuerpo-máquina cansado,
A todos
Que ruegan por un día libre
A las espaldas que la tierra agota,
¡Primero de mayo!
Mi mundo, en primaveras,
Derrite la nieve con sol alegre.
Soy obrero,
¡Este es mi mayo!
Soy campesino,
Este es mi mes.
Soy hierro,
¡He aquí el mayo que quiero!
Soy tierra,
¡El mayo es mi era!"


De hecho, era necesario crear un nuevo arte. Dentro de la sociedad socialista se gestaba una nueva moral de clase, que rechazaba el individualismo, el egoísmo, la violencia inútil y la venalidad. Antes de que los bolcheviques tomaran el poder, en la Rusia zarista existía la moral dominante de que cada uno debía vivir "en su propio cuadrado", de que no había nada por lo que luchar en la vida, excepto esperar la muerte.

En los periódicos, en el arte, en los libros y en las películas se retrataba que los seres humanos debían ser indiferentes al colectivo y al prójimo, y pensar solo en sí mismos. Por eso, el poeta produjo pósteres, películas y poemas políticos para reflejar las nuevas relaciones sociales que iban en contra de este pensamiento. Maiakovski afirmaba siempre que el arte no es un espejo para reflejar el mundo, sino un martillo para forjarlo.

En lugar de la explotación para enriquecer a una pequeña minoría, la sociedad socialista soviética valoraba la armonía. Se estaba construyendo una vida plena, que sería disfrutada por todos los que antes eran explotados en la sociedad. En el arte, existía un fuerte ideal de solidaridad nacional e internacional de los trabajadores. 

"Del cielo poético, me lanzo hacia el comunismo"


Maiakovski fue, en vida, la figura más destacada de la escena literaria soviética. Sus poemas predominantemente líricos y sus innovaciones técnicas influenciaron a varios poetas soviéticos. Fuera de Rusia, su arte fue impactante, especialmente en la década de 1930. Incluso después de su muerte, jóvenes poetas organizaron sesiones de lectura de poesía bajo la estatua de Maiakovski en Moscú.

En los últimos años de la URSS, los revisionistas ya habían renegado de los principios fundamentales del socialismo revolucionario y habían tomado el poder político de las manos del proletariado para entregárselo en bandeja a una docena de dirigentes burguesizados. Después de transformar el Estado proletario en un Estado capitalista, la concepción del arte y la cultura en el país cambió.

Había una fuerte tendencia a ver la obra de Maiakovski y el comunismo como retrógrados, anticuados e insignificantes. Sin embargo, incluso en ese período y en la actualidad, muchos luchan por mantener viva la antorcha del marxismo-leninismo y de este heroico poeta revolucionario.

"Regresad a casa, pensamientos.
Casaros,
abismos del alma y del mar.
Quienes encuentran todo hermoso y bueno
son,
a mi parecer,
simplemente tontos.
( ... )
Yo,
del cielo poético,
me lanzo hacia el comunismo
porque sin él
no hay amor." 

Artículo traducido al español desde A verdade